A las dos horas me despierto, en el hombro de Alex.
-Lo siento.- Digo mientras quito mi cabeza de su hombro.
-No pasa nada.- Comienza él a reír.
Reímos juntos y comenzamos a hablar, me cuenta cosas sobre las que antes no había hablado conmigo. Y yo cosas que nunca antes había mencionado. Eso me hace sentir bien, desconecto del agobio de mi casa, de mi padre, mi hermana y demás. Él me hace sentir bien. Al fin y al cabo fuimos más que amigos.
-Y tú, ¿qué tal por ballet? ¿todo bien?- Me dice a la vez que abre una bolsa de frutos secos y me ofrece. Niego con la cabeza.
-Sí todo bien, cuando vuelva me tendré que poner al día.- Digo sonriendo.
Él asiente.
-Te han llamado muchas veces, supongo que sería Nat o tu madre.- Señala mi móvil y lo cojo al instante.
Trece llamadas perdidas, dos de mi madre, cinco de Nat, tres de Molly, una de Pop otra de Nic y una de Chris. Comienzo a mensajear a cada una de ellas. Llega Alex del baño y comenzamos a charlar detenidamente otra vez, hasta que Polina se levanta y comienza a hablar en Polaco hasta que se da cuenta de que estamos aquí y nadie habla su idioma. Sonríe como si nada.
-¿Cuánto queda Soph?- Me dice ella sonriendo como una niña pequeña.
-Apenas un cuarto de hora. Estamos ya en Irlanda.- Le contesto y ella vuelve a dormirse como si cada minuto fuese importante. Me río sin cesar.
-Está bien, pregunta.- Dice Alex.
-¿Sigues con Ashley?- Pregunto sin saber si querer conocer la repuesta.
-La verdad es que no, ella no quería venir aquí si venías tú, pero yo quería conocer Irlanda.- Sonríe el al ver que a mí se me ilumina la cara.
-¿Enserio?- Digo riendo. Él asiente y sigue riendo.
Brandon está escuchando música así que ni me preocupo a ir hasta allí para que me ignore.
-Bueno, pero volverás con ella.- Comienzo a decir justo cuando él me besa, me aparto rápidamente.- No, yo no quiero. No le voy a hacer eso a Ashley, yo ya te olvidé, Alex.- Digo abrochándome el cinturón para aterrizar.
-Lo comprendo.- Contesta él, muy quieto.
No sé ni por qué me moví, pero vi a Brandon y el mundo se me calló a mis pies. No se a quién quiero ni quién me gusta. ¿Alex o Brandon? El avión aterriza. Recogemos nuestras cosas y después de colas y de nuevos controles salimos del aeropuerto. Mi familia es la de Luzzy y Carl. Por lo visto son hermanos. Hablo con ellos durante el viaje a casa y parecen muy agradables. Físicamente se parecen a nosotros. Ale, Polina y Brandon viven a dos casas de mí.
-¿Viniste alguna vez a Irlanda?- Me pregunta Luzzy, por lo que veo es muy nerviosa e inquieta, tiene el pelo rizado y moreno. Unos ojos azules que son como el mar y una sonrisa preciosa.
-Sí, viví aquí.- Le contesto y miro a Carl. Está muy quieto, es serio. Él es totalmente diferente a Luzzy, es moreno tanto de ojos como de pelo y es muy serio. Me da miedo.
-¿Sí? ¿En dónde?- Por lo que veo Luzzy es preguntona y eso me divierte.
-En Mullingar.- Contesto y me doy cuenta de que mis preciosas supras moradas tienen una nota.
No dejaremos que nos olvides tan fácilmente, vas a llevar demasiados recuerdos de nosotras. Pop, Nic y Nat.
Veo como las lágrimas corren por mis ojos, mis locas, mis siete vidas, están allí.
Luzzy se acerca y me abraza.- Ellas no te van a olvidar nunca.- Me dice al oído.- Son tus amigas.
Me quedo pensando un buen rato. Llegamos a la casa y me muestran mi gran habitación y coloco mis cosas. No me cambio de ropa. Cojo el teléfono y les llamo.
-¿Pop?- Digo a la vez que ella descuelga el teléfono.
-¡CHICAS ES SOPH! ¡CORRER VENID QUE PONGO EL MANOS LIBRES!- Oigo gritar a esa chiflada.
-¿Eh que tal por allí? Se te echa de menos. Abre la maleta.- No diferencio las voces.
Abro mi maleta y me encuentro con un pequeño sobre rosa. Comienzo a leer:
Pase lo que pase y pese a quien pese. Aquí, nosotras, ahora. TE QUEREMOS.
Sigo leyendo la carta derramando lágrimas y les contesto al teléfono, al rato les cuelgo y alguien llama a mi cuarto. Abro.
-¿eh que pasa? ¿Por qué lloras?- Le digo a Ale que está pegada a mi cuerpo.
-Liam, está ingresado, le van a operar. Alex se va para allí.
Una voz que dice en mi interior, ¡vuelve a casa! contra otra que dice, quédate aquí y decídete de una vez.
Ver a mi amiga así es peor que cien puñaladas.