domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 12: Viaje a Marte, ida pero no vuelta.

No me podía creer lo que estaba sucediendo, algo prácticamente irreal. Estuve con ella desde que teníamos tres años, y Alejandra desde que nació. Es impresionante. 

No puedo parar de llorar, mi mejor amiga, Natalie... Alejandra está a mi lado, completamente pálida y paralizada.

-C... ¿Cómo qu..e quiénes s... somos?- Dice Alejandra entre balbuceos.

-Sí, ¿quiénes sois y qué queréis? Creo que la pregunta es sencilla, no hay que ser muy listo.- Termina por sentenciar a la vez que se vuelve a tumbar.

-Ella es tu hermana y yo tu mejor amiga, ¿no te acuerdas? Desde los tres años llevamos juntas, y con ella desde que nació. ¡Recuerda!- Le digo desesperadamente.

Alejandra no hace llamada a la calma y sale de la habitación de la cuál, yo también salgo.

-Eh, shh, estate bien, todo se arreglará. Será por un tiempo, tranquila.- Digo mientras le abrazo.

Ella sólo llora, creo que Alejandra es una de las personas a la que más quiero, siempre que lloro ella me consuela. Y ahora soy yo la que tengo que consolar.

-No, no se va a recuperar, y si lo hace, ¿cuándo será? ¿en tres años? NO QUIERO ESO PARA MI HERMANA.- Solloza al acabar la frase y acto seguido sus llantos son más altos que si un tigre comenzase a rugir.

Soportar algo así es prácticamente imposible, sobrehumano. Alejandra y yo dormimos juntas,apenas quedan dos semanas para mi cumpleaños y ella es tan organizada como yo. Así que recogemos y nos vamos. Ni me despido de alguien que no me conoce, simplemente le doy un beso en la frente y ella pone cara de asco. Cosa que no entiendo. 

Llegamos a mi casa a las diez y vemos a mi madre viendo la televisión, "Mira quién salta". A mi madre le encantan esos programas en los que no se hace nada. Le doy un beso.

-Hola Ann.- Dice Ale.

-Hola Ale.- Contesta mi madre.- No os acostéis tarde, mañana tenéis clase.- Advierte a la vez que aplaude al chico que saltó en el programa.- Soph, te llamó tu padre. Llamale cuando puedas.

No contesto simplemente subo a mi habitación. Abro la puerta y me encuentro a Poppy llorando desconsoladamente en el hombro de Nic. 

-Dios, ¿qué ha pasado?- Digo con voz entre cortada.

-Me ha dejado Justin... Y a Nic Ián.- Contesta Pop.

-A mí lo de Ián me la suda, es idiota.- Ríe Nic.

-Dios mio, pero a ver, ¿te dijo un por qué o no?- Pregunto curiosa mientras Alejandra se despeina se pone cómoda y se sienta en la cama. Al rato yo también lo hago.

-Sí, me dijo que se volvía a Toronto y que no iba a volver, "problemas de trabajo"- Pop lo dice muy irónicamente.

-Bueno, pues si se ha ido, ido se queda. Ya está. Tú ahora no te ralles, simplemente vive. Es fácil.- Digo dándole un beso en la frente.

-¿Qué tal por el hospital?- Le dice Nicole a Alejandra.

-Ella no recuerda nada, se le ha borrado todo el disco duro.- Alejandra hace una mueca de dolor. Noto como una gota cae por su mejilla.

-Mmmmm, hablemos de otra cosa.- Dice Nicole rápidamente.- ¡¿Qué vamos a hacer en tu cumpleaños?!- Me pregunta curiosamente.

-¡Fiesta!- Grita Pop.

-Oh dios, chicas.- Río.- Será en la playa y después en casina fiesta.- Contesto finalemente.

-¿Fecha? ¿Hora?- Es la inconfundible voz de Alejandra. Tan organizada.

-Día 6, a las once de la mañana.- Río al ver que lo está apuntando todo, como si fuese una asistente personal.

Todas reímos, y notamos que el dolor poco a poco se va mitigando.

-¡Eh! ¡Despertad! Os lo dije ayer por la noche.- Mi madre nos grita desde la puerta. 

-Ya va ya va.- Decimos las cuatro levantándonos.

Cojo el pantalón vaquero oscuro, el jersey rojo y las hunter. Está lloviendo, tan normal, estamos en Vancouver. A la media hora las tres estamos listas. Caminando hacía el colegio mi teléfono suena.

-¿Papá?- Contesto.

-¡Cariño!- Contesta mi padre con voz animada.

-¿Qué pasó papá?- Pregunto, ya que no tengo ganas de hablar con él.

-Nada, hija, lo siento, ¿qué vas ahora para clase? Tengo ganas de verte, Soph, lo siento por todo.- La voz de mi padre va disminuyendo a medida que habla.

-Sí papá, ahora voy a entrar al instituto. Te llamo después ¿vale? Yo también tengo ganas de verte. Te quiero.- Le digo con lágrimas en los ojos, después le cuelgo.

Noto las miradas de Alejandra, Pop y Nic en mí.

-Tu padre te quiere.- Dice Ale.

No quiero contestar, contestar significaría dos cosas. Querer o no querer a mi padre, y sinceramente no sé lo que escogería.

Entramos a Francés, clase a la que sólo Ale y yo asistimos. Nos sentamos juntas. 

-¿Vas a ir a ver a Nat después o vas a pasar?- Susurra Alejandra.

-No, no puedo faltar a más ensayos en el conservatorio.- Digo.

-Yo iré a moderno, así que tampoco iré. Encima para que no me conozca y pase de mí...- Noto como la pena invade a mi amiga.

-Bonjour, Sophie, Ça va? - Me dice la profesora que está delante de mí.

-Oui, Ça va, merci.- Le contesto a la vez que miro al libro.

Ella se va y sigue con la clase. Salimos de esa estúpida clase y entramos en otra, pero antes en el pasillo nos encontramos a Liam y Alex apoyados en la pared como dos chulos. Nos comenzamos a reír. 

-No hagáis eso más, por dios.-Digo riendo.

Alex me coge de la mano, y me besa. 

-¿Qué tal el día, princesa?- Me dice con una sonrisa en la cara.

-Perfecto ahora que te veo, feo.- Comenzamos a reír.

-A la salida te espero, ¿vale? Te quiero.- Me dice, me besa y se va caminando rápido para llegar a la siguiente clase.

Espero a que Alejandra se despida de Liam. 

-Soph, Liam me encanta.- Me dice Alejandra con un suspiro.

-Uiii.- Digo riendo.- ¿Enserio? No se te nota ni nada.- Río.

Entro en biología sola, a Alejandra le toca lengua y literatura. Entro sola, aunque mi mesa no está vacía. Natalie está allí sentada. Su cara cuando yo ocupo mi asiento no es precisamente de agrado.

La clase no ha empezado cuando ella suspira para decir algo.