Sonrío levemente, pero el momento tranquilo acaba rápido.
-SOPHIE.- Me grita mi hermana desde la entrada de la playa.
-Aquí, a la derecha.- Le grito.
-Que sepas, que bueno, que te quiero mucho, y que esto te lo hemos traído yo y papá de España.- Me entrega una gran caja en la que dentro hay tres cajas más pequeñitas. Mi hermana sonríe satisfecha y anuncia.- Fue idea mía.- Me río al ver su típica razón y comienzo a abrir la primera caja. Un bikini de Calvin Klein rojo precioso y una pulsera tobillera. La segunda caja contiene algo un poco más especial para mí, son unas vans, pero no son las típicas vans que hay en tiendas, si no unas que mi padre encargo porque la caja es como las que le regalaron a Nicole hará dos años sus tíos australianos. Y la última caja es una preciosa media luna con mi nombre inscrito y con un pequeño espejito que pone "princesa". En la base de la gran caja hay cartas: Una de mis tíos, otras de mis otros tíos, una de mis abuelos, y una de mi prima Mery. La idea de abrirlas aquí y llorar rápidamente las descarto lo que me lleva a leerlas en casa. También hay un sobre con dinero de mis abuelos.- Abrazo a mi hermana.- Que conste que el espejo fue idea de papá, tampoco tiene tan mal gusto.- Mi hermana me hace estallar de la risa.- Pero espera, Soph, queda mi regalo.- Ese "mi" lo dice con cierto énfasis, ella, mi hermana, siempre quiso ser la mejor en todo. Supongo porque es como mi madre. Asiento con la cabeza y ella me da una caja como la de la tablet. La abro, efectivamente, es un marco digital. Fotos de cuando eramos pequeñas, fotos de cumpleaños, viajes a Alemania y a España. Y sobre todo nuestro campamento en Miami. Comienzo a reír y llorar dependiendo de la foto. Al finalizar me abrazo a mi hermana con fuerza.-¿Te gusto?- Pronuncia ella con una voz casi inaudible para que no pueda descubrir que está llorando.
-Me encanto, Moll, ¿se te ocurrió a ti?
-Sí, en realidad te iba a hacer un álbum, pero decidí que eso sería mejor, y así podrías meter fotos y fotos a medida que las vayamos haciendo.- Su idea me convence y me consigue hacer sonreír.- Ah toma, esto es de parte de la familia de mamá, no sé, me dijo que te lo diese.
Tomo la pequeña caja en mis manos. Es de mi abuela, pensaba que ya no se acordaba de mí. Pero no solo había una caja, si no que también había una carta y varios paquetes de mi tío y de mi tía. Decido no habrirlas ahora. Sé que Molly se irá para casa, porque no le gusta la playa, así que le digo que se las lleve, ella asiente y se va. Le doy un abrazo y mi hermana se va en el coche de mi madre. Al salir a despedirla, veo a Natalie y Nick dentro en el coche rojo. Ni me molesto en mirar, ya me lo contará ella. Pienso.
-Eh, Sophie, ¿vamos ya a tu casa? Nos aburrimos en la playa, ya es de noche.- Me dice Alex con un largo y prolongado beso.
-Ajá.- Asiento.- Ahora mismo se lo digo a todos. Que en mi casa está todo preparado.
-Perfecto.- Se va
Me subo a la barra, y grito. "A MI CASA YA". La mayoría de ellos hacen caso y se van a sus coches, suben y se van. Alejandra y Polina suben en mi coche y conduzco hacia allí.
-Chica, menuda fiesta, creo que estoy un poco borracha.- Comenta Alejandra riéndose.
-¿Enserio? ¿No me digas?- Le contesta Polina riéndose.- No lo habíamos notado, ¿a qué no Soph?- Ambas reímos.
-No no, yo creo que es tu imaginación eh Ale.
-Sé que os... os .... os estáis riendo de m...- Se calla, ya no sabe ni cómo continuar. Reímos sin cesar.
Al llegar a la casa vemos a Liam y Alejandra se queda en blanco. Yo me río y Polina también.
-Venga, talué os dejamos solines.- Le digo a Alejandra que me maldice mientras Pol y yo nos ibamos.
En la casa la fiesta no para, ni yo quiero que pare.
-¡FIESTA FIESTA!- Grito.