martes, 4 de junio de 2013

Capítulo 25: Beso.

Al acabar de vomitar salgo del baño y las chicas me miran extrañadas.

-¿Tú...?- Me pregunta Iris.

-¿Yo?- Arqueo una ceja en señal de que no entiendo lo que quiere decir.- ¡Ah! ¿Qué si vomito?

-Sí, eso mismo.

-Pues sí, desde que me empecé a sentir gorda y asquerosa. Todos le echan la culpa al ballet, en realidad poca gente lo sabe. Dos amigas o así, ah, y vosotras. No me gusta mi cuerpo, pero tampoco lo hago con frecuencia, puede que cuando me excedo de comer lo haga pero no continuamente. No considero que tenga bulimia. 

Iris y Samantha se miran entre ella y suspiran.

-No me lo puedo creer.- Susurra Samantha, una chica muy estilosa a la vista de cualquier chico o chica. Es alta, probablemente teñida de rubio oscuro, aunque diría que su color natural es el castaño oscuro o probablemente castaño a secas, sus ojos azules son muy rusos. A decir verdad, ella en sí parece rusa ya que también tiene la piel pálida. Es preociosa y tiene un cuerpo esbelto y no es precisamente baja.

-¿Por qué?.- Pongo los ojos en blanco intentando comprender lo que ellas no logran entender.

-Porque no sé, eres preciosa, no te lo tomes a broma y que ahora parezcas bulímica o algo así es raro, Sophie, porque no creo que lo necesites, enserio te lo digo, eh.- Consigue decir por fin Iris, a juzgar por su aspecto es como Samantha aunque probablemente es un poco más baja y morena. Muy guapa también.

-Muchísimas gracias, aunque no lo comparta...- Digo dejando con un suspiro el dolor que ello me trae.

Salimos del baño hacia la clase de contemporáneo y veo a Alisson.

-¡Ali! ¿Qué vienes a mi clase ahora? Mi vida, Robert me ha pedido algo así como una cita... Así que te llamo por la noche, ¿vale?- Mi nueva amiga me sonríe y me desea suerte, le abrazo con fuerza y entro en la clase.

Me quito los pantalones anchos y me pongo los pantalones cortos elásticos y la camiseta suelta. Me quito las puntas y me coloco los playeros. 

-Poneros por parejas.- Anuncia la profesora Amanda.

Espero a que alguien me busque, recuerdo que en mi casa buscaría a Brandon, a Polina, a Alejandra, a RoRo o a Natalie. Pero aquí no, aquí espero como una marginada a que alguien me encuentre o me busque.

En medio de mis recuerdos alguien me coge por detrás y me arrastra de la mano.

-¡Alisson!- Le grito.

-Cállate, que nos riñen, tu vienes conmigo. Punto.- Dice ella riéndose.

Nos mandan varios encadenamientos y partes de alguna coreografía. Muchas risas en una clase muy delimitada. Al salir de clase me ducho y escojo algo de ropa que llevo siempre en la bolsa por si pasa algún "imprevisto". Unos pantalones vaqueros, vans negras y jersey ancho. Me deshago el moño y me miro a un espejo. Veo a una chica con el cabello rubio, con unas recientes mechas californianas y con los ojos color miel, mi piel está un poco más bronceada aunque creo que es a causa de la luz del lugar. No me veo gorda, aunque tampoco una chica delgada, aunque a decir verdad, sí estoy delgada. Me veo con menos pechos y trasero que hace dos meses, más delgada. Desde que llegue a este lugar he vomitado unas dos veces y sólo llevo dos días. No puedo seguir así. Esa es mi conclusión.

Cierro la bolsa y me miro por última vez, salgo con el iPhone en la mano, mensaje de mi madre: Hola hija, no te querría molestar, sé que estás teniendo un montón de clases y que no tienes casi tiempo de poder hablar con nadie. Cuando puedas llámame hija, te echo de menos. Te quiero, mamá. Al acabar mis ojos están llorosos, cierro el mensaje y decido llamarle más tarde. Mis ojos ven a Robert, así que no tardo mucho en saltar encima de él y gritarle al oído.

-¡ROBERT!- Le grito al oído.

-La gritona, vaga y tonta de siempre.- Me coge en la espalda y me lleva hasta el Hard Rock de la vuelta de la esquina.

Hago una mueca con la boca y me muerdo el labio inferior.- ¿Qué ocurre Soph?- Me pregunta Robert.

-Nunca sé que tomar al llegar aquí.- Mi respuesta le hace estallar de risa.

-Hola, soy Mindy, ¿qué desea caballero?- Le pregunta una chica de aspecto vulgar a Robert.

-Un batido de mango y una muffin de chocolate y fresa.- Responde toscamente mi "amigo".

-¿Y usted señora?

-Yo un batido de fresa y plátano y una muffin de chocolate.- La chica va a prepararlo y me mira con mala cara.

-¿Nos sentamos allí o vamos a casa?

-A casa, por favor, que quiero dormir ya.- Comienzo a reír y salimos del establecimiento.

Al caminar por la calle él me coge de la mano, le sonrío tímidamente aunque tampoco me parece muy bien lo que hace.

Al llegar a mi casa él entra sin preguntar.

-Robert...

-¿Qué?- Dice suavemente y me besa.

Le sigo el beso durante mucho tiempo. Sólo pienso en alguien cuando este chico me besa.

Alex.


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