sábado, 8 de junio de 2013

Capítulo 26: Odio y repulsión.

Nos besamos durante bastante tiempo, no lo puedo calcular, a decir verdad ni quiero. Me relajo cuando me suelta de la cintura y se separa. Un suspiro largo sale disparado.

-Creo... creo que te deberías de ir. Esto nunca ha sucedido, Robert, no por ahora.- Le digo finalmente.

-Pero...¿tú de qué vas?- Dice el chico frente a la puerta de mi casa.

-Voy de vaqueros y jersey. Gracias.- Al terminar la frase le cierro la puerta en las narices. Y sí, como pensaba me empecé a reír lo máximo que pude. 

Después de varios minutos tirada en el suelo riéndome decido, que por fin, debería de llamar a mi madre y a Molly. El teléfono da llamada unas dos veces, son las ocho menos diez, ya debería estar con Molly en casa. Probablemente esté preparándole la cena, porque acabará de haber llegado de natación, y...

-¿Sophie?- La voz cansada de mi madre me despierta de mi pequeño pensamiento.

-¡Mamá! Te llame ahora, porque antes fui a comprar y esas cosas, entonces no tuve el momento, lo siento.- Le miento malamente a mi madre.

-Ya te entiendo, hija, ¿todo bien por ahí? ¿En la escuela bien también?

-Sí mamá, genial el todos los sentidos, tengo ganas de veros. ¿Cómo está la peque?- Mis ojos empiezan a humedecerse.

-Me alegro hija, siempre tuviste talento, y encima sabes aprovecharlo. Nosotras tenemos muchas más ganas de verte, ya lo sabes. Y en cuanto a tu hermana, ella está estudiando ciencias sociales para mañana, que tiene examen.

-Ya se ve que no ha aprendido.- Digo riendo.- A decir verdad, yo era así.

-Y lo sigues siendo, hija mia...- Dice mi madre siguiendo la risa.

-Mamá, mañana te llamo, es tarde y he de preparar la cena, llamar a alguna gente y amigos de aquí, estudiar y practicar un poco que mañana tengo el día libre. ¡Bendito sábado!- Digo gritando.

-Descansa, hija, ya hablaremos, te queremos.

-Y yo a ti mamá.- Acto seguido no oigo nada, solo el silencio que trae consigo el abandono de tu amparo cuando estás realmente sola. Tu madre.

Preparo la cena y rápidamente hago la colada, mientras hablo con Alisson y le cuento lo sucedido. Ella se ríe y da su opinión, según ella eso lo hace con todas. A lo que yo le contesto un conmigo no, que me deje en paz. A lo que ella se vuelve a reír. Al terminar de hacer la colada y preparar la cena y aún así aguantar a Alisson oigo el timbre.

-Espera, Ali, me están llamando abajo.- Hago una breve pausa y cojo el interfono.

-Hola, soy tu vecina de arriba, ¿me abres?- Le abro sin más preguntas y a los cinco minutos el timbre de casa suena.

Abro la puerta temerosamente.- ¡Alisson! Estás mal.- Cuelgo el teléfono y le invito a pasar.

-En realidad he traído cena para ti y para mí.- Saca de una bolsa una pizza, mi preferida, la de cuatro quesos y después saca una gran tarta.- Un día especial con Robert.- Comenta riendo.

-Que graciosa la niña...

Comemos todo lo que podemos, ya que el hambre se apodera de mi rápidamente.

-¡Qué rico, joder!- Exclama Alisson.

-Esto si es comida, oh yeah.- Digo riendo.

-Cielo, se me hace tarde, llámame mañana, ¿vale?- Asiento y ella recoge sus cosas.- Acompáñame abajo, porfa.- Pone pucheros a lo que solo puedo responder con un "sí".

Cierro la puerta de casa y cojo el móvil, abajo del todo un chico no muy parecido a Alisson está esperando en la puerta.

-Así que traes a tu novio, eh.- Le pego un codazo riendo.

-No es mi novio, lista, es mi hermano.

-¿¡Hermano?! Madre mía.- Digo riendo.- No os parecéis... Ali.

-Ya, yo soy más guapa.

Salimos al portal y me despido de mi amiga.

-Vamos a casa ya, Alisson, tengo sueño...- Comenta su hermano.

-Ya voy, pesado. Mira, está es Sophie.- Nos presenta Alisson.

-Yo soy Joe, encantado.

-Sophie.- Me acerco y le doy dos besos, para los que me tengo que poner de puntillas.

 Subo a casa y me pongo la ropa de ballet, subo a la tercera planta, caliento y hago una pequeña barra. Al cuarto de hora, comienzo a hacer el solo de kitri, obra del quijote. Es corto, así que no tardo en terminar y acabar con mi ejercicio por hoy. Me ducho, el pijama y estudio un rato. La puerta se abre mientras veo la televisión. Natalie.

-Llegue, gente.- Anuncia.

-Paris Hilton, que sólo estamos tú y yo. Te recuerdo como dato, eh.- Sonrío.- Te hice la cena, fea.- Señalo la mesa en la que están mis llaves y mi móvil y al lado la película de los Juegos Del Hambre y un planto con la cena. Se sienta y mientras cena comienza a hablar.

-Pues hoy he conocido a un chico, Soph, a Edward muy alto y moreno. A decir verdad hoy tuve una "cita" con él.- Ella sonríe. Y antes de que pregunte ella ya responde.- Fue genial y en fin... Igual me olvido de una vez de Nick.- Suspira y recoge sus platos.- ¿Y tú Soph, algo nuevo?

-Mi mirada está perdida y cuando mi amiga pronuncia mi nombre alzo la cabeza.- Ah, sí, tuve una cita que acabo fatal porque no me gustaba y hacía lo  mismo con todas las de la escuela.- Le cuento la historia.

-Pasa, Soph... creo que es mejor.

-Después conocí al hermano de Alisson, una amiga de la escuela, muy gracioso todo. Es muy guapo, Natalie...- Digo suspirando. Abro el DVD y meto la cinta.

Palomitas. Una amiga. Mi película preferida. De noche.

-Sophie, hoy hablé con Alex.- Palabras que fastidian de completo mi noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario