martes, 30 de abril de 2013

Capítulo 14: Mi visita insesperada

Polina llega corriendo a mí a quinta hora de clase, justo una hora antes de irnos a casa. 

-Soph, me voy a Polonia a acabar mis estudios.- Dice ella abrazándome.

-¡Polina! Cuanto me alegro, no de que te vayas, si no de que vuelvas a Polonia, donde querías estar. Prométeme que te volveré a ver, eh mi Polaca prefe.- Le digo sonriendo.

No es el mejor día para que la gente se vaya de mi lado, me hace sentir mal, me apetece llorar, no es fácil esto... No es fácil ver como una amiga se va sin poder hacer nada. Lo único que me tranquiliza es que ella está haciendo lo que quiere. Lo que desea. Eso es satisfactorio. 

Al terminar las clases Alejandra y yo nos vamos de compras a un centro comercial de al lado de la ciudad. Pero tenemos que coger tres autobuses. Comemos en el Mcdonal's y después entramos en cada tienda. Faldas, vestidos, blusas, pantalones, tacones, sandalias, trencitas... Al fin decido lo que llevar a mi cumpleaños. Un vestido de flores con unas sandalias y una trenza que pasa al rededor de mi cabeza. Alejandra se compró unos pantalones negros y cortos con una blusa roja y unos zapatos a juego. Va preciosa, bueno es preciosa. A la hora Natalie y Roro llegan. Me sorprende verlas, también llevan bolsas. 

-No puedes ver nada.- Me advierte Rocío.

-Cuanto secretismo.- Digo riendo.

Nos separamos ya que ellas se van en media hora y todavía les queda muchas cosas que hacer. Mi iPhone tiene un mensaje al abrirlo pone: Hola, Sophie, soy papá, estoy en el aeropuerto de Nueva York, en varias horas llego. Felicidades adelantadas, mi reina. Un beso, te quiere, papá. Al ver ese mensaje los ojos se me llenan de lágrimas. Mi madre no es mi madre, intenta serlo, ahora mismo es una persona que está ausente aunque intenta ser ella. Mi padre... bueno con mi padre todavía no me hablo y será extraño comenzar a hablarme con él. pero al fin y al cabo, es mi padre. 

Al terminar las compras Alejandra suspira y me abraza.

-Yo nunca te daré a elegir, no seré posesiva, Soph, soy tu amiga, y creo que las amigas están para todo. Aunque parece que él es un posesivo de mierda.- Me susurra.- Sin querer, comienzo a llorar y me refugio en el hombro de mi amiga, al parecer el refugio más seguro que tengo.

Terminamos las compras y nos sentamos en un Hard Rock del centro comercial, cogemos dos cafés y dos cupcakes. Nos sentamos a comerlas y hablamos pausadamente.

-¿Mañana os quedaréis a dormir?- Pregunto indecisa.

-¡Claro! Siempre y cuando nos invites.- Termina por decir mi amiga.

A lo lejos oímos unas risas, por el tono deduzco que son Brandon, Nick, Alex y Liam. Sé que Alejandra también lo sabe o por lo menos lo dedujo, porque se gira rápidamente. Hacia Liam. Se levanta y corre hacia él.

-¡Liam!- Le oigo gritar.

-Madre mia...- Digo cuando Brandon me abraza levantándome del suelo haciendo que el mundo gire. 

-¡BRANDON! ¡BRANDON, PARA!- Consigo decir entre risas.

Alex tiene mala cara, saludo a cada uno de los chicos, con Nick ya me llevo mejor, empezó a salir otra vez con Natalie. ¿Borrón y cuenta nueva? Bah, para ellos es fácil, soy yo y ni de broma. Liam me abraza y yo a él. Abrazo a Alex, pero sólo le abrazo. Me coge de la mano y me sonríe.

-Ahora, sí ¿no? Antes odiabas a Brandon, no querías que me llevase con él. Me ponías límites y ahora me coges de la mano e intentas besarme y para el colmo de los colmos te veo con Brandon de buenas. Te dije que te fueses a la mierda, no se como lo ves. Yo bien.- Le termino por decir, mientras que le quito la mano de la mía.

-Bueno eh tía, a mi no me vengas con esas, tranquila.-Y él se va.

-No sé de que coño va.- Comenta Alejandra.

-De gilipollas con estilo.- Ríe a Liam. Todos reímos con la broma.

Volvemos a casa corriendo. Necesito el tiempo para comprar bebidas y comida. Alejandra se queda a dormir así que, Liam se queda con Brandon. Resumo: Pre- Fiesta antes de mi cumpleaños. Al pensarlo en mi memoria, me produce gracia y comienzo a reír como una maníaca de psiquiátrico. Todos se me quedan mirando. Aunque bueno, no me molesto en explicarme. Cogemos el autobús de las siete. Llegamos a casa a las ocho menos cuarto. Dejo a esos en casa y yo me voy en el coche de mi madre al supermercado. Compro bebida y comida. Vuelvo a casa y veo a mi padre en la puerta. Parado.

Al salir del coche me imagino que querrá hablar conmigo, aunque conociéndole será extraño.

-¡Sophie! Hija mía que grande estás, cuanto te hemos extrañado en casa.- Una figura detrás de mi padre se asoma.

-¡Moll!- Le grito y le abrazo.- Dios, enana, has venido.- Sonrío al verla.- Ella sonríe y me abraza.

Mi padre me abraza.- Moll, entra en casa y permanece con tu madre.- Dice seriamente.- Sophie, tenemos que hablar, por eso he venido. Es serio.- Termina por decir a la vez que traga saliva.

Capítulo 13: Los Celos nunca son buenos

-Igual ayer me pasé al deciros todo eso, no sé quienes sois ni que queréis, ni mucho menos de que os conozco. Pero no lo dije de la mejor forma.- Consigue decir Nat.- Ayer me pasé la noche viendo fotos y vídeos nuestros, eramos buenas amigas eh.- Termina Natalie.

-No sé que decir a todo esto, creo que tienes razón, la verdad es que te pasaste, sobre todo con tu hermana. Eso creo yo.- Digo sinceramente.- Y en cuanto a las fotos y vidios, fuimos mejores amigas, y yo te lo sigo considerando, Natalie. Espero que bueno... Quizá con el tiempo tu recuperes esa falta de memoria y volvamos a lo de antes.- Termino de decir con un suspiro.

Natalie se queda callada, al terminar biología y salimos de clase. Voy a buscar a Brandon a clase de matemáticas. Le abrazo y caminamos hacia educación física.

-¿Qué tal con Alex, Soph?- Me dice mientras me coge la mano.

-Bien, como siempre, ¿y tú no estás con nadie morenaso?- Le pregunto abrazándole.

-No, rubiasa, estoy solo solo. A dos velas.- Dice y nos comenzamos a reír.

Llegamos a educación física y me despido de él con un abrazo y un beso en la mejilla. Entro en el vestuario cuando una chica de clase de Natalie viene hacia mí. Creo que se llama Noelia, pero no estoy segura.

-Oye, Brandon es tu mejor amigo, ¿no?- Pregunta con curiosidad.

-Sí, ¿por qué?- Digo con cara extraña.

-Nada.- Dice la chica y se va.

En fin, esta chica es más rara día a día. Me cambio de ropa, pantalones cortos y sudadera de Rams. Me hago una coleta y salgo del vestuario. Brandon me espera fuera, como siempre. Pero no está solo, Alex está cerca de él. Con mala cara. Brandon me rodea con su brazo y caminamos hacia el gimnasio.

-¿Por qué nos mira con mala cara tu novio?-Comenta él riendo.

-No sé, te tendrá celos.- Digo riendo.

En el gimnasio toca hacer atletismo, una de las mayores cosas que odio. Correr no es lo mío, pero sí lo de Alejandra. Está a mi lado en la explicación, y enseguida el profesor le pone a hacer los ejemplos. Es ágil como Bambi. Brandon juega a fútbol, así que, yo creo que también corre. Alex lo mismo, Nick lo mismo, Liam lo mismo, Polina más o menos, Natalie ni de fula y yo lo mismo que mi mejor amiga. Ella se coloca a mi lado. Por lo visto se acerca a mí e intenta aparentar normalidad conmigo. Incluso reímos juntas.

-Yo eso no lo sé hacer.- Nos decimos una a la otra.

-Que jefa, tu hermana.- Dice Brandon.

Ella se ríe. Todos comenzamos el ejercicio. Son carreras, asco de vida. Como siempre Nat y yo llegamos las últimas y caminando.

-¡Muy bien Cornell!- Le grita a Alejandra.- ¡Sigue así Stenson y Parker!- Les grita a Alex y Brandon.

A los diez minutos nos grita a Natalie y a mí.

-¡Mover el culo, vagas! ¡Cornell! ¡Skyes!

Al oírle voy aún más despacio. Se sigue enfadando. La clase se acaba más pronto de lo normal. Me cambió y voy a la salida. Clase tras otra, se acaba el día y voy al punto de encuentro con Alex.

-Hola.- Digo antes de besarle.

-¿Cómo es que estás tan cariñosa con Brandon?- Pregunta enfadado.

-Es mi mejor amigo.- Contesto rápidamente. 

Alejandra llega corriendo. Y se acerca a mí.

-¡Me voy con Liam a mi casa! Te imaginas el resto, ¿no Sophie?- Arquea una ceja.

Asiento con la cabeza, está claro que no van a cantar o a jugar al parchís, ni a las muñecas. Es su momento. Me da un beso en la mejilla y se va dando saltitos. Al ver a esa loca correr me comienzo a reír.

-Valiente loca...- Susurro por lo bajo.

-Que sea tu mejor amigo no quiere decir que estés así con él. No puedes estar así con él. No es que no te deje, es que eres mía.- Dice él tan seguro.

Toso mientras río.- Yo no soy de nadie, soy libre, y si yo no puedo estar con mi mejor amigo, te vas a la mierda. ¿Vale?- Le digo y me marcho.

Llego a casa llorando, me tumbo en mi cama y lo único que quiero es morirme. Llamo a Brandon y llega a mi casa. Abro la puerta y sube a mi cuarto.

-Normal que esté celoso, es que soy un sex simbol.- Ríe mientras dice esas palabras.

-Paciencia hay que tener contigo, señorito Parker.- Le sonrío y él me abraza. 

Pasamos la tarde juntos, es mi mejor amigo y él precede a todos. Por la noche el se va, vive en la casa de al lado. Y la ventana de su habitación, da con la de la mía. Así que, nada más llegar a su casa, ya está en su ventana. Y continuamos con la fiesta hasta las tres de la madrugada.

Por la mañana me pica, no está solo, está con Natalie. Salgo y caminamos juntos hacia el colegio. Otra vez clases y ballet. Mañana es el día de mi cumpleaños. Tengo muchísimas ganas. Natalie y yo volvemos a pasar la tarde juntas. 

-Osea, que, ¿mañana es tu cumpleaños? A parte de esa gran fiesta, te daré una gran sorpresa.- Me agradan las palabras de mi mejor amiga.

Natalie no está ausente, ahora sí, ahora es mi mejor amiga. La que nunca me fallaba, la mejor. O eso sigo pensando.

-¡ALEJANDRA!- Le grito al verla pasar por la ventana de mi cuarto.

Se sobresalta al verme, y me mira, sonríe y sube a mi cuarto. Me río. Por lo visto lo hicieron. No pedí detalles, no me interesan. Fue su momento, su, no el mío.

-¿Y tú con Brandon que tal?- Me pregunta Ale arqueando la ceja.

No contesto a la pregunta, la ignoro mientras oigo risitas por lo bajo. 

El teléfono sigue sonando. Y no me queda remedio en tener que cogerlo. Mi padre.

-¿Papá? ¿Otra vez tú?- Digo sonriendo.

-Sí, hija, es que tengo ganas de verte, tenemos que hablar.- Me dice con cariño.

-¿Qué pasó papá? No me asustes por favor.- Mi cara es más pálida momento a momento.

-No hija, nada. Hoy cojo el vuelo a Canadá, en dos días estoy allí. Te quiero, Soph.- No hay nada que pudiese decir, él ya había colgado.

Me preocupa lo de mi padre. No es así, mejor dicho, él nunca fue así.





domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 12: Viaje a Marte, ida pero no vuelta.

No me podía creer lo que estaba sucediendo, algo prácticamente irreal. Estuve con ella desde que teníamos tres años, y Alejandra desde que nació. Es impresionante. 

No puedo parar de llorar, mi mejor amiga, Natalie... Alejandra está a mi lado, completamente pálida y paralizada.

-C... ¿Cómo qu..e quiénes s... somos?- Dice Alejandra entre balbuceos.

-Sí, ¿quiénes sois y qué queréis? Creo que la pregunta es sencilla, no hay que ser muy listo.- Termina por sentenciar a la vez que se vuelve a tumbar.

-Ella es tu hermana y yo tu mejor amiga, ¿no te acuerdas? Desde los tres años llevamos juntas, y con ella desde que nació. ¡Recuerda!- Le digo desesperadamente.

Alejandra no hace llamada a la calma y sale de la habitación de la cuál, yo también salgo.

-Eh, shh, estate bien, todo se arreglará. Será por un tiempo, tranquila.- Digo mientras le abrazo.

Ella sólo llora, creo que Alejandra es una de las personas a la que más quiero, siempre que lloro ella me consuela. Y ahora soy yo la que tengo que consolar.

-No, no se va a recuperar, y si lo hace, ¿cuándo será? ¿en tres años? NO QUIERO ESO PARA MI HERMANA.- Solloza al acabar la frase y acto seguido sus llantos son más altos que si un tigre comenzase a rugir.

Soportar algo así es prácticamente imposible, sobrehumano. Alejandra y yo dormimos juntas,apenas quedan dos semanas para mi cumpleaños y ella es tan organizada como yo. Así que recogemos y nos vamos. Ni me despido de alguien que no me conoce, simplemente le doy un beso en la frente y ella pone cara de asco. Cosa que no entiendo. 

Llegamos a mi casa a las diez y vemos a mi madre viendo la televisión, "Mira quién salta". A mi madre le encantan esos programas en los que no se hace nada. Le doy un beso.

-Hola Ann.- Dice Ale.

-Hola Ale.- Contesta mi madre.- No os acostéis tarde, mañana tenéis clase.- Advierte a la vez que aplaude al chico que saltó en el programa.- Soph, te llamó tu padre. Llamale cuando puedas.

No contesto simplemente subo a mi habitación. Abro la puerta y me encuentro a Poppy llorando desconsoladamente en el hombro de Nic. 

-Dios, ¿qué ha pasado?- Digo con voz entre cortada.

-Me ha dejado Justin... Y a Nic Ián.- Contesta Pop.

-A mí lo de Ián me la suda, es idiota.- Ríe Nic.

-Dios mio, pero a ver, ¿te dijo un por qué o no?- Pregunto curiosa mientras Alejandra se despeina se pone cómoda y se sienta en la cama. Al rato yo también lo hago.

-Sí, me dijo que se volvía a Toronto y que no iba a volver, "problemas de trabajo"- Pop lo dice muy irónicamente.

-Bueno, pues si se ha ido, ido se queda. Ya está. Tú ahora no te ralles, simplemente vive. Es fácil.- Digo dándole un beso en la frente.

-¿Qué tal por el hospital?- Le dice Nicole a Alejandra.

-Ella no recuerda nada, se le ha borrado todo el disco duro.- Alejandra hace una mueca de dolor. Noto como una gota cae por su mejilla.

-Mmmmm, hablemos de otra cosa.- Dice Nicole rápidamente.- ¡¿Qué vamos a hacer en tu cumpleaños?!- Me pregunta curiosamente.

-¡Fiesta!- Grita Pop.

-Oh dios, chicas.- Río.- Será en la playa y después en casina fiesta.- Contesto finalemente.

-¿Fecha? ¿Hora?- Es la inconfundible voz de Alejandra. Tan organizada.

-Día 6, a las once de la mañana.- Río al ver que lo está apuntando todo, como si fuese una asistente personal.

Todas reímos, y notamos que el dolor poco a poco se va mitigando.

-¡Eh! ¡Despertad! Os lo dije ayer por la noche.- Mi madre nos grita desde la puerta. 

-Ya va ya va.- Decimos las cuatro levantándonos.

Cojo el pantalón vaquero oscuro, el jersey rojo y las hunter. Está lloviendo, tan normal, estamos en Vancouver. A la media hora las tres estamos listas. Caminando hacía el colegio mi teléfono suena.

-¿Papá?- Contesto.

-¡Cariño!- Contesta mi padre con voz animada.

-¿Qué pasó papá?- Pregunto, ya que no tengo ganas de hablar con él.

-Nada, hija, lo siento, ¿qué vas ahora para clase? Tengo ganas de verte, Soph, lo siento por todo.- La voz de mi padre va disminuyendo a medida que habla.

-Sí papá, ahora voy a entrar al instituto. Te llamo después ¿vale? Yo también tengo ganas de verte. Te quiero.- Le digo con lágrimas en los ojos, después le cuelgo.

Noto las miradas de Alejandra, Pop y Nic en mí.

-Tu padre te quiere.- Dice Ale.

No quiero contestar, contestar significaría dos cosas. Querer o no querer a mi padre, y sinceramente no sé lo que escogería.

Entramos a Francés, clase a la que sólo Ale y yo asistimos. Nos sentamos juntas. 

-¿Vas a ir a ver a Nat después o vas a pasar?- Susurra Alejandra.

-No, no puedo faltar a más ensayos en el conservatorio.- Digo.

-Yo iré a moderno, así que tampoco iré. Encima para que no me conozca y pase de mí...- Noto como la pena invade a mi amiga.

-Bonjour, Sophie, Ça va? - Me dice la profesora que está delante de mí.

-Oui, Ça va, merci.- Le contesto a la vez que miro al libro.

Ella se va y sigue con la clase. Salimos de esa estúpida clase y entramos en otra, pero antes en el pasillo nos encontramos a Liam y Alex apoyados en la pared como dos chulos. Nos comenzamos a reír. 

-No hagáis eso más, por dios.-Digo riendo.

Alex me coge de la mano, y me besa. 

-¿Qué tal el día, princesa?- Me dice con una sonrisa en la cara.

-Perfecto ahora que te veo, feo.- Comenzamos a reír.

-A la salida te espero, ¿vale? Te quiero.- Me dice, me besa y se va caminando rápido para llegar a la siguiente clase.

Espero a que Alejandra se despida de Liam. 

-Soph, Liam me encanta.- Me dice Alejandra con un suspiro.

-Uiii.- Digo riendo.- ¿Enserio? No se te nota ni nada.- Río.

Entro en biología sola, a Alejandra le toca lengua y literatura. Entro sola, aunque mi mesa no está vacía. Natalie está allí sentada. Su cara cuando yo ocupo mi asiento no es precisamente de agrado.

La clase no ha empezado cuando ella suspira para decir algo.

viernes, 26 de abril de 2013

Capítulo 11: Toda parte buena, tiene una mala

Comienzo a llorar, llorar de emoción. Ella está despierta, por fin. 

-¡NAT!- Corro y le abrazo le sonrío y le doy un beso en la mejilla.

Ella no dice nada. Está muy quieta. Muy seria. ¿y mi mejor amiga? No está. No vive dentro de ella.

-¿Sophie? Hablemos en privado, ven Alejandra, por favor.- Nos dice Sloan muy seriamente.

-Es probable que presente a veces episodios de amnesia leve, se le pasará con el tiempo. No es grave, o no lo aparenta de momento. Se pondrá en tratamiento dentro de muy poco tiempo. Por favor, necesito vuestra ayuda.

Las dos aceptamos. En cada terapia ambas llevamos fotos o cualquier objeto personal que hayamos compartido en un pasado muy reciente. Cada día llevamos lo que la psiquiatra nos dice.

-Simplemente, son recuerdos, Natalie, sólo haz un esfuerzo para recordar, es tu familia, tus amigos.- Le dice la psiquiatra día a día.

Ella no habla, no vive, no siente. Nick le va a ver día a día, pero ella no responde.

-Soph, no puedo verle así, es mi novia.- Me dice siempre Nick.

-No tenemos nada que hacer, sólo esperar.- Repito cada vez que dice eso.

-No tengo nada que hacer, no me recuerda, o no me quiere recordar, por lo tanto, creo que yo por mi lado y ella por el suyo. Seguimos siendo amigos eh, pero lo siento mucho, yo así no puedo.- Nick se levanta y sale por la puerta.

Por lo que veo Alejandra y Polina lo han oído.

-¡ERES UN CABRÓN! ¿SABES? ELLA LO DIO TODO POR TÍ, Y CUANDO ELLA TE NECESITA VAS Y TE VAS, POR PURO MIEDO, POR SER IDIOTA, POR NO VALORARLA. IGUAL CUANDO A TI TE PASE ALGO, QUERRÁS QUE ELLA SE QUEDASE CONTIGO, PERO NO LO HARÁ, NO LE DEJARÉ QUE SEA ASÍ CUANDO TU LE HAS DEJADO SOLA, NICK. ERES UN HIJO DE PUTA, ERA TU NOVIA, LO MÁS IMPORTANTE PARA TI. O por lo menos, eso decías.- Digo relajándome, ya que Ale y Pol me meten para dentro sin dejar que me desahogase del todo.

-Tía, no merece la pena ser así, si no la quiere, que se pire, otro vendrá. Tranquila.- Ale tiene razón, es una pérdida de tiempo gritarle.

Las terapias siguen adelante y los días pasan. Natalie, sigue en el hospital y día a día Brandon, Ale, Pol, Liam, Alex y yo vamos allí. Sólo Ale y yo somos capaces de entrar todos los días. 

Nos sentamos en las sillas rojas, las más feas del hospital, o eso aparentan. Otro día más. Ella no habla, no vive, su mirada perdida indica la muerte, no la vida. Y la soledad de sus ojos indican un amor que necesita, ella lo esta oyendo y viendo todo. Por eso está así. Nunca fue "fácil" le hicieron daño y ahora no quiere que le hagan más daño. A diferencia, Alejandra siempre es muy abierta porque simpatiza muy bien con todo el mundo. Pero Natalie no es así. 

En el mes de mi cumpleaños planeamos ya toda la fiesta en la playa y después en mi casa. Ganas no faltan. Ese día me acordaré de Alice, como todos los días, como todas las horas. Siempre pareció fuera de lugar, aunque nunca lo estuvo, ella iba a su ritmo, sin pausa. Pero quizá, eso es lo que nos mata a todos ahora. La poca tranquilidad en nuestro grupo.

-Eh, Soph, toma tu libro.- Me dice Alejandra despertándome de mi pequeño sueño o planeamiento.

-Gracias, cielo.- Le contesto con un abrazo.

Por primera vez, Natalie pronuncia unas palabras.

-¿Quiénes sois y qué queréis de mí?

Ambas nos quedamos en silencio, la teoría se confirma, ella ha perdido la memoria. O por lo menos parte de ella. 

lunes, 22 de abril de 2013

Capítulo 10: Part of me

Natalie está en la cama, tumbada y casi sin vida. Está en coma, con actividad cerebral. Verla así, blanca como la leche, sin vida en la cara y sin movimiento alguno. 

Alejandra se abraza a mí, y comenzamos a llorar. La madre de Alejandra y Natalie llega y nos abrazamos las tres. Es algo que no me podría imaginar. Por lo visto es la más afectada y la que tiene más riesgos de muerte. 

-Hay pocas probabilidades de que sobreviva.-Dice el médico Sloan.

-¿Nada? ¿No hay nada que podamos hacer? Haríamos lo que sea, es mi hija.- Dice Mery, la madre de mis amigas.

-Sin embargo, tenemos buenas noticias respecto a Liam y Brandon.- Dice Sloan.

-¿A mí qué coño me importan ellos? ¡YO QUIERO LO MEJOR PARA MI HIJA, ESTÁ AL BORDE DE LA MUERTE, JODER!- Mery está fuera de sí, pero a Alejandra se le ilumina la cara.

-¿Liam? ¿Cómo está?- Alejandra se despega de mi y le mira con una sonrisa triste.

-Se han despertado, por lo visto simplemente les operamos y salió bien. Liam está en reposo y Brandon todavía sigue inestable.- Comunica Sloan leyendo el papel.

-¿Podría ir a verle?- Pregunta con asombro.

-Sí, en una hora podrías ir a verle.- Dice el.

Pasan las semanas y Liam, Brandon, Nicole, Poppy, Paul, Taylor y demás se recuperan. Paul, Taylor, Niall, Louis, Austin, Jay, Luzzy y Carl se vuelven a su país. Alex y yo estamos mejor que nunca, veo a mi hermana y a mi padre. Mi madre poco a poco va cogiendo más ganas de vivir. Yo me acerco a Brandon y día a día vamos a ver a Natalie al hospital. No despierta de su coma, y nuestras esperanzas de que sobreviva van bajando día a día.

Dieciséis de Mayo, día del festival más importante de Ballet. Me acerco al hospital con Alejandra. Habitación 808, Alejandra y yo entramos allí. Aunque a Ale le puede la presión y se va con Liam fuera del hospital.

-Hola, Mejor Amiga, como se que me puedes oír pues, quiero que sepas que hoy tengo la representación de ballet, ¿sabes? La que tanto te gustaba ver, en la que tanto gritabas y sobre todo en la que tan bien te la pasabas.- Noto como cada lágrima recorre mis rasgos faciales.- Tu hermana vendrá a verme  y hará lo mismo que tú. Te echo de menos, Nat, vuelve a la vida. Vuelve conmigo, con Nick, con tu familia.- Le consigo decir entre sollozos.- Me tengo que ir, tu hermana me espera y necesito prepararme para llegar temprano con Nicki. Vuelve conmigo.- Le cojo la mano y le beso en la mejilla. Cuando suelto mi mano la suya se queda agarrada a la mía, como si se hubiese movido. Comienzo a llorar. Presiono el botón para llamar al médico Sloan.

-La mano, la mano. La tiene agarrada a la mía, eso ¿significa algo?- Le pregunto mientras noto las lágrimas.

-Sí, le haremos diferentes pruebas, puede que su actividad cerebral haya aumentado y pronto salga del coma.- Dice mientras comienza a dar ordenes.

Suelto la mano de Natalie como puedo y le cuento lo sucedido a Alejandra, la cuál se pone eufórica.

-Nicki, ¿mis vestidos?- le digo mientras le doy un beso en la mejilla.

-Allí, ponny, junto a los míos.- Señala a un perchero.

Nos vestimos y salimos a escena, oigo los gritos de Alejandra, Nicole, Poppy, Ián, Liam, Brandon, Nick, Polina y Alex. Acabamos de bailar cada baile, pero la sonrisa es lo último que perdemos.

-¿Te vienes con nosotras?- Me pregunta Nicki.

-Sí, ¿ahora?- Me abrocho el vestido de encaje y me deshago el moño.

-Ahora, ponny.- Me dice al oído.

Nos acabamos de vestir y nos vamos al bar del amigo del padre de Nicki, cenamos y estamos allí hasta la madrugada. 

-Ahi, Ponny...- dice ella, lo suficientemente bebida como para que se le haya subido a la cabeza.

-Anda vámonos para casa.- Le digo mientras le cojo de la mano.

Nos despedimos, de vuelta a casa mi móvil suena.

Alejandra it's calling you. Eso es lo que pone mi iPhone. Cojo el teléfono y contesto.

-¿Sophie? Corre hacia el hospital. Buenas noticias.- La voz alegre de Alejandra hace que me de prisa. 

Llego a la habitación y veo a mi mejor amiga despierta. Despierta. Despierta. Me repito en mi cabeza. 


sábado, 20 de abril de 2013

Capítulo 9: El accidente

Llego a casa temprano, me voy dando cuenta de que el me hace feliz, que cuando me habla me hace feliz, que cuando sonríe me hace feliz, que cuando me coge la mano me hace feliz, que cuando me abraza me hace feliz y que cuando me besa también me hace feliz. Que un para siempre a su lado si que es poco tiempo. 

Enciendo el ordenador y veo una película, la de LOL de Miley Cyrus, me encanta esa película. Hace que me ría sin parar. El iPhone comienza a vibrar y veo que me están llamando, Alex. Paro la película y contesto.

-¿Si?- Pregunto.

-Soph, estamos en dos calles más a la derecha que la tuya, por favor ven. Hemos tenido un accidente.- Me grita y me cuelga.

Me calzo y me pongo la capucha de la sudadera, aviso a mi madre.

-Ten cuidado, Soph.- Me dice dándome un beso en la mejilla.

Corro hacia esa calle un Mercedes está completamente aplastado por otro coche del cual no distingo la marca. Me acerco y veo a Alex ayudando a Alejandra, Liam, Paul, Taylor de un coche y del otro no sale nadie aunque hay gente dentro. Polina y Nat están dentro, creo que Alice también. 

Lo peor es cuando veo el último coche, Brandon, Justin, Poppy, Nicole e Ián están allí dentro y es el coche más aplastado de todos. Las lágrimas recorren mi cara. Son mis amigos y no puedo hacer nada por ayudarles. Llamo a la policía y a la ambulancia. Me acerco a Alex, Ale, Liam, Paul y Taylor. 

-¿Estáis bien?- Les pregunto secándome las lágrimas.

Todos asienten la cabeza menos Alejandra y Paul.

-A mi me duele la parte abdominal.- Contesta Paul.

-¿Puedo?- Le digo señalandole la camiseta para levantarsela. Él asiente. Al levantarla me encuentro un clavo. 

-A ver, Paul, tranquilo, tienes un clavo muy raro clavado en la parte superior del abdomen, no te a puedo quitar pero enseguida llega la ambulancia. Déjate la camiseta así y no pienses en ello. Él asiente muy callado.
Nadie sale de los otros coches. Sé que Carl y Luzzy están en casa durmiendo, me tocaron unos Irlandeses muy raros. Me acerco a Ale. 

-¿Qué te duele?- Le digo mientras le abrazo.

-Tengo... tengo... ganas de vomitar.- Me dice ella al oído.

-Ven.- Le digo acercándole a un árbol.- Haz lo que tengas que hacer, y no te cortes, cuando estés vuelve.- Le digo dejándola sola.

Veo a lo lejos a los bomberos, se acercan corriendo y comienzan a sacar a gente de los coches, prefiero no mirar. Se acerca un bombero.

-Hola, ¿lo has presenciado tú?- Me dice seriamente.

-No, yo no, pero él sí.- Digo señalando a Alex.

El bombero se va y comienza a hablar con Alex. Poco a poco los coches quedan vacíos y las ambulancias poco a poco también se van.

Yo me quedo sola, todos se fueron, me meto en la última ambulancia y nos llevan al hospital. En la sala de espera estamos Alex, Ale y yo. Por lo visto hay tres personas graves, una fallecida y los demás en observación. 

-Sophie, Alexander, Alejandra- Dice una enfermera.- Les voy a comunicar los graves y la fallecida.

Noto como mi corazón va a mil por hora, me temo lo peor para Polina y Natalie. Las lágrimas ya recorren mis párpados.

-La fallecida es, Alice.- Dice la enfermera y hace una pausa para evitar sus emociones.- Y las graves son: Natalie, Brandon y Liam.- Acto seguido esa chica se va.

Mis ojos comienzan a derramar lágrimas, y veo como los de Alejandra también. Y los de Alex también. Abrazo a Alejandra. 

-Liam... Liam... Liam...- Dice mientras sigue llorando. 

-Perdonen, soy el Doctor Sloan. Como comprenderéis podéis ir a ver a Alice antes de que desconectemos su respiración asistida.- Dice él.

Caminamos a la habitación y abrazo con fuerza a Alice, esa chica de cabello rizado y rubio, con unos ojos preciosos azules y ahora está desecha. No hay por donde mirarla. Todas nos despedimos de ella y al poco apagan la máquina. Su madre llega y le dejamos sola. Entramos a la habitación de Brandon y Polina. Polina está despierta.

-Soph, Soph.- Me dice y la abrazo.- Brandon está allí.- Me muevo y le abrazo.- Brandon, no, Brandom, quédate conmigo, por favor.- le digo llorando. Polina se acerca a mi lado.- Se recuperará.- Dice ella.

Abrazo a Polina y salgo de la habitación con Ale porque Alex se queda con Brandon.

Llegamos a la habitación de Natalie, mi mejor amiga y la hermana de Alejandra. Al entrar allí las lágrimas brotan de mis ojos. 

-Ella no puede estar así, no puedo verla así.- Digo llorando.- Nos quedamos en la puerta llorando.

Mi mejor amiga, no parece mi mejor amiga. Sólo tengo una palabra para ella: Irreconocible. 

jueves, 18 de abril de 2013

Capítulo 8: El cumpleaños

Mi tiempo se acabó y con ello mi esperanza de aclararme. De camino a casa sigo pensando, voy al lado de Brandon en el avión. Le quiero, ¿cómo qué? no lo sé. A Alex, le quiero ¿cómo qué? Tampoco lo sé. Me desespero. Llegamos a Vancouver. Entre besos y abrazos el día se me pasa, y el mes también. 

Es el cumpleaños de Poppy. Todas le hemos echo una fiesta en su casa, una fiesta "sorpresa" de esas que todo el mundo sabe pero todos tienen esa cosa dentro para hacerlo interesante. Estoy escondida detrás del sofá de su casa, una casa muy grande. Alejandra está a mi lado y a mi otro lado está Alex. Alex y Ashley cortaron hace mucho, él no estuvo con nadie y yo tampoco. Me abraza y yo a él, Alejandra comienza a chismorrear por lo bajo.

-¡Cuánto love!- Exclama ella como una niña de dos años y no de quince.

Le pongo mala cara y señalo a Liam que le está mirando con unos ojos inexpresables. Me comienzo a reir. Y ella se marcha corriendo pero con pies de plomo. Nos quedamos abrazados, me junto a él y él a mí. Respiramos el mismo aire, nos besamos. Creo que estamos así bastante tiempo, de echo, pierdo la noción del tiempo. 

-Hoy, Dos de Junio, tú y yo tenemos un comienzo, un para siempre a tu lado, Sophie.- Me dice mientras me sujeta por la nuca.

-Yo creo que un Para Siempre a tu lado es poco tiempo.- Le susurro al oído.

Poppy abre la puerta y todos encendemos la luz y comenzamos a gritar. 

Mi pequeña niña que hoy cumple catorce años comienza a llorar. Nicole, su hermana, comienza a gritar y tirar serpentinas por toda la casa, está más loca que yo. 

-¡Os mataré, os lo juro!- Grita la cumpleañera mientras entra en casa.

-Todos te queremos.- Exclamo yo mientras le abrazo.- Mi niña de catorce años.- Le digo entregándole una caja con dibujos en toda ella. 

La abre, una gorra de Supra morada, sabía que le iba a gustar. Un álbum con fotos y una funda para su iPhone. Y por último un catorce como una catedral de grande en una bonita carta que estuve haciendo ayer a las dos de la madrugada.

Ella comienza a abrazarme. Y veo como me está empapando la camiseta con sus lágrimas.

Los Irlandeses están aquí, así que Luzzy y Carl están en mi casa. La abrazo y le susurro un "Te Quiero".

Empiezo a bailar y cojo una cerveza. Estoy con Nat, y con Alex. 

-Eh, mejor amiga, ¿estás con Alex?- Me dice Nat al oído.

-Sí sí.- Digo riendo.

-¡UO UO UO!- Grita Nicole.- Así que es verdad. 

-Nicole cállate.- Le tapo la boca. 

Seguimos la fiesta y Pop abre muchos regalos, de los cuales Nicole se lleva unos cuantos. Sopla la tarta de cumpleaños y una sonrisa recorre su cara cuando Justin le regala una canción. Sonrío al oírla y todos bailamos.

La fiesta se acaba tarde y me voy para casa, mañana hay clase. Alex y yo caminamos hasta mi casa . Los Irlandeses vienen conmigo. 

-Recuerda un Para Siempre a tu lado es poco tiempo.- Me susurra él al oído. Tras ello me besa. 

miércoles, 17 de abril de 2013

Capítulo 7: Nueva aventura

Tras siete intentos Ale se queda dormida en mi cama. Me pongo el pijama y me tumbo con ella. Me abraza.

-Gracias.- Me susurra al oído.- No contesto solo me quedo dormida, y ella también.

Al amanecer despertamos, nos duchamos y desayunamos. Vamos a buscar a Polina, Brandon y Alex. Creo que él no se ha marchado al final. Ale llama a Liam. Le están operando.

-Luzzy, Carl. Vamos a por Brandon, Polina y Alex.- Digo mientras me pongo un gorro y mi iPhone. Alejandra ya está preparada.

Picamos a la casa de los Pattinson, donde está Pol. Abre la puerta un chico de  pelo moreno y ojos verdes. 

-¿Está Polina?- Le dice Alejandra en tono borde.

Me comienzo a reír al ver como Alejandra es. No es precisamente agradable con las personas que no conoce, pero después es la persona más agradable de mundo. Y una de las mejores amigas que puedes tener.

-Sí, sí está.- Contesta el chico que, por lo visto, conoce a Carl y a Luzzy. 

Nos invita a pasar y Pol está acabando de desayunar. Le sonrío y ella a mí también.

-Ya voy a acabar.- Dice ella comiendo más deprisa.

-Vale.- Le contesta Alejandra y se mueve conmigo a la habitación contigua.

El chico moreno vuelve a la habitación con su hermana que es morena con el pelo rizado y los ojos del mismo color que él. me siento en el sofá con Alejandra, Luzzy, Carl y los hermanos a esperar a Pol.

-Yo soy Paul.- Nos dice el chico a Ale y a mí.

-Yo Taylor.- Continúa la hermana.

-Yo Sophie y ella Alejandra.- Digo sonriendo.

Sonreímos mutuamente. Polina llega a la habitación con un pantalón vaquero, un jersey , vans y un gorro con una bufanda. Sonrío al verla, y nos levantamos.

-¿Vais a venir?- Le pregunto a Paul y Taylor.

Ellos asienten y salimos de casa. Llegamos a casa de Brandon allí nos encontramos a Mahamen, es un chico del Sáhara y a Sarah. Salimos todos y Alex se nos une al rato. Entre clases y clases, el mes se me va pasando. 

Queda apenas una semana para llegar a casa. Y conocemos a mucha gente, como Niall, Louis, Austin y a Jay. Me hago amiga de Niall rápidamente. Alex y yo somo amigos, sólo eso. Y me llevo bastante bien con Taylor, Mahamen, Luzzy, Carl, Sarah y Paul. Pero echo de menos a mis amigos de toda la vida. 

La semana pasa volando en Irlanda y ya es el día de recoger e irnos. Haciendo la maleta, la puerta de mi cuarto se abre. ¿Quién es? Me pregunto. Salgo del baño y miro la puerta.

-¡Paul! ¡Niall!- les abrazo mientras sigo metiendo cosas en mi maleta. 

-En unas semanas nos toca ir a nosotros allí.- Dice Niall riendo.

Tengo ganas de volver a casa, pero tengo miedo de Ashley y de Alex. No me aclaré y el tiempo ya se me ha acabado. 

martes, 16 de abril de 2013

Capítulo 6: Irlanda

Él me mira y yo a él también. ¿Cómo puedo tener tan mala suerte? Me digo constantemente. Ale y Pol están sentadas a mi izquierda, las dos dormidas. Genial. Intento imitarlas y apoyo la cabeza en el hombro de Alejandra pero enseguida me echa, intento conservar el sueño y lo consigo.

A las dos horas me despierto, en el hombro de Alex.

-Lo siento.- Digo mientras quito mi cabeza de su hombro.

-No pasa nada.- Comienza él a reír.

Reímos juntos y comenzamos a hablar, me cuenta cosas sobre las que antes no había hablado conmigo. Y yo cosas que nunca antes había mencionado. Eso me hace sentir bien, desconecto del agobio de mi casa, de mi padre, mi hermana y demás. Él me hace sentir bien. Al fin y al cabo fuimos más que amigos. 

-Y tú, ¿qué tal por ballet? ¿todo bien?- Me dice a la vez que abre una bolsa de  frutos secos y me ofrece. Niego con la cabeza.

-Sí todo bien, cuando vuelva me tendré que poner al día.- Digo sonriendo.

Él asiente. 

-Te han llamado muchas veces, supongo que sería Nat o tu madre.- Señala mi móvil y lo cojo al instante.

Trece llamadas perdidas, dos de mi madre, cinco de Nat, tres de Molly, una de Pop otra de Nic y una de Chris. Comienzo a mensajear a cada una de ellas. Llega Alex del baño y comenzamos a charlar detenidamente otra vez, hasta que Polina se levanta y comienza a hablar en Polaco hasta que se da cuenta de que estamos aquí y nadie habla su idioma. Sonríe como si nada. 

-¿Cuánto queda Soph?- Me dice ella sonriendo como una niña pequeña.

-Apenas un cuarto de hora. Estamos ya en Irlanda.- Le contesto y ella vuelve a dormirse como si cada minuto fuese importante. Me río sin cesar.

-Está bien, pregunta.- Dice Alex.

-¿Sigues con Ashley?- Pregunto sin saber si querer conocer la repuesta.

-La verdad es que no, ella no quería venir aquí si venías tú, pero yo quería conocer Irlanda.- Sonríe el al ver que a mí se me ilumina la cara.

-¿Enserio?- Digo riendo. Él asiente y sigue riendo.

Brandon está escuchando música así que ni me preocupo a ir hasta allí para que me ignore.

-Bueno, pero volverás con ella.- Comienzo a decir justo cuando él me besa, me aparto rápidamente.- No, yo no quiero. No le voy a hacer eso a Ashley, yo ya te olvidé, Alex.- Digo abrochándome el cinturón para aterrizar.

-Lo comprendo.- Contesta él, muy quieto.

No sé ni por qué me moví, pero vi a Brandon y el mundo se me calló a mis pies. No se a quién quiero ni quién me gusta. ¿Alex o Brandon? El avión aterriza. Recogemos nuestras cosas y después de colas y de nuevos controles salimos del aeropuerto. Mi familia es la de Luzzy y Carl. Por lo visto son hermanos. Hablo con ellos durante el viaje a casa y parecen muy agradables. Físicamente se parecen a nosotros. Ale, Polina y Brandon viven a dos casas de mí.

-¿Viniste alguna vez a Irlanda?- Me pregunta Luzzy, por lo que veo es muy nerviosa e inquieta, tiene el pelo rizado y moreno. Unos ojos azules que son como el mar y una sonrisa preciosa. 

-Sí, viví aquí.- Le contesto y miro a Carl. Está muy quieto, es serio. Él es totalmente diferente a Luzzy, es moreno tanto de ojos como de pelo y es muy serio. Me da miedo. 

-¿Sí? ¿En dónde?- Por lo que veo Luzzy es preguntona y eso me divierte.

-En Mullingar.- Contesto y me doy cuenta de que mis preciosas supras moradas tienen una nota.

No dejaremos que nos olvides tan fácilmente, vas a llevar demasiados recuerdos de nosotras. Pop, Nic y Nat. 

Veo como las lágrimas corren por mis ojos, mis locas, mis siete vidas, están allí. 

Luzzy se acerca y me abraza.- Ellas no te van a olvidar nunca.- Me dice al oído.- Son tus amigas.

Me quedo pensando un buen rato. Llegamos a la casa y me muestran mi gran habitación y coloco mis cosas. No me cambio de ropa. Cojo el teléfono y les llamo.

-¿Pop?- Digo a la vez que ella descuelga el teléfono.

-¡CHICAS ES SOPH! ¡CORRER VENID QUE PONGO EL MANOS LIBRES!- Oigo gritar a esa chiflada.

-¿Eh que tal por allí? Se te echa de menos. Abre la maleta.- No diferencio las voces. 

Abro mi maleta y me encuentro con un pequeño sobre rosa. Comienzo a leer:

Pase lo que pase y pese a quien pese. Aquí, nosotras, ahora. TE QUEREMOS. 

Sigo leyendo la carta derramando lágrimas y les contesto al teléfono, al rato les cuelgo y alguien llama a mi cuarto. Abro.

-¿eh que pasa? ¿Por qué lloras?- Le digo a Ale que está pegada a mi cuerpo.

-Liam, está ingresado, le van a operar. Alex se va para allí. 

Una voz que dice en mi interior, ¡vuelve a casa! contra otra que dice, quédate aquí y decídete de una vez. 

Ver a mi amiga así es peor que cien puñaladas. 

lunes, 15 de abril de 2013

Capítulo 5: Un Cambio A Mejor

Veo como el tiempo discurre detenidamente entre Alex y yo. Y como el se aleja de mí. Confío en mis amigas más que en nada en estos momentos.


Ya es jueves ocho de Abril. Me levanto de la cama y voy a mis clases, como cada día. Veo a Ale con Liam, tan felices como siempre. A Nick con Nat, a Ián con Nicole, a Poppy con Justin, a RoRo con un chico nuevo de mi clase que se llama Juan. Es de Argentina, como ella. Polina tontea con un primo de Ián que se llama Harry. Más y más parejas felices a mi alrededor. ¿La que más destaca? Probablemente la de Liam y Alejandra. Hace poco pasaron unas vacaciones en Malibú con sus respectivas familias.

 Alex empezó a salir con Ashley y desde aquello ella y yo nos hemos peleado tres veces, hasta un día llegar a tirarnos del pelos y ganarnos una buena expulsión. Yo he llegado a tontear con Brandon, aunque nada del otro mundo. Tampoco pretendo fastidiar nuestra amistad. Sonrío al ir a Ballet, me encuentro a Sarah, Chris, Nicki... y más chicas que me apollan cada día. 

Llego a casa y siempre lo mismo, pero hoy es ocho de Abril. Es importante. Hago las maletas, me voy a Irlanda un mes entero de intercambio. Solo voy con Alejandra, Polina, Liam y Brandon. Cada uno de los otros se queda por su pareja, una pérdida de tiempo, pienso yo. Los únicos que van juntos son Liam y Alejandra. Supongo que pasaré mi intercambio con Polina. A Nat no le dejan ir porque tiene que estudiar aquí, sus padres son muy duros con ella. Alex no sé si va, tampoco hablo con el, llegamos al punto de borrarnos del WhatsApp y dejarnos de hablarnos. Pero era mi compañero de mesa es tantas asignaturas que siempre acabábamos hablando. 

Meto mis sudaderas abrigadas, mis gorros y mis pantalones. Convers, Vans y hunters de todos los colores. ¡Ya está todo! Llamo a Alejandra por teléfono para ver como va, son las siete menos veinticinco y a las once tenemos que estar en el aeropuerto.

-Eh! Ale!, ¿ya hiciste la maleta?- Le digo mientras me siento encima de la mía para cerrarla.

-No.- Dice sollozando.- Liam está malo y acabo de llegar a casa, él no va al viaje.- Me comunica entre llantos.

-Tranquilizate, ¿va? Estaremos juntas.- Le prometo segura de mí misma.

-Te quiero, Soph.- Dice mientras termina de sollozar.

-Y yo, Ale, mucho.- Le digo satisfecha al ver que mi maleta ha cerrado.- ¡Cerro!- Exclamo gritando.

Ella comienza a reír y tiene que colgar para poder llegar a tiempo. A los cuatro nos lleva mi madre. Oigo el timbre y me asomo a las escaleras, Nat y Nicole.

-Eh Soph!- Me dice Nic corriendo hacia las escaleras.- Toma esto, es un collar. Recuerdame allí, ¿vale?- Dice con lágrimas en los ojos.- Nic no es de llorar, es más de reírse.

-No te voy a olvidar, lo sabes. Nunca.- Digo sonriendo a la vez que le abrazo. Abro el collar veo un corazon que se abre y aparece una foto de las nuestras. Me lo cuelgo del cuello y lo apreto con fuerza.- Mi norte, mi soporte, Inmejorable.- Digo abrazandola de nuevo.

Ella sonríe y le hace un gesto a Nat, ella sube las escaleras y me abraza. Me entrega un álbum rosa.

-Toma.- No es material, son recuerdos.

Lo abro con cuidado cada foto comentada. Fotos con pintura en mi garaje, risas y noches en vela. Comienzo a derramar lágrimas por mis ojos. Les abrazo muy fuerte. No las quiero perder. Entonces la puerta se abre con un grito de "HEEEY!! IS POPPYYYYY!!!" Ella tan loca como siempre. Sube corriendo y me entrega una caja. 

-¿Más regalos?- Digo llorando.

-Ábrelo y calla.- Me dice sujetándome el álbum de Nat.

Lo abro, ¿cómo no? Las Supras moradas idénticas a las suyas. Tan moradas tan supra. Comienzo a llorar y a sonreír y las vuelvo a abrazar. ¿Qué haría yo sin ellas?

-Bueno son las ocho y cuarto, ¿no querrás llegar tarde? ¿verdad?- Dice Nat.

-Si es verdad, Jus me espera aquí al lado.- Dice Pop eufórica.

-Nos vamos, recuérdanos, te queremos mucho.- Dicen a la vez que nos abrazmos.

-Nunca, y yo más, os escribiré mucho.- Exclamo mientras nos lanzamos besos hasta que desaparecen por la puerta de casa. 

Abrazo con cariño el álbum y mis Supras. Cojo y me las pongo con una chaqueta negra, la camiseta morada y los vaqueros. Agarro mi bolso y meto el maquillaje y demás. Bien...Pienso. Todo ahora sí que sí. Llamo a Alejandra por décima vez.

-¿Qué pasa? Estoy acabando.- Dice alterada.

-Nos vamos en una hora, date prisa.- Digo terminando de alisarme el pelo.

-Sisisisisis.- Contesta cuando veo que se agita aún más.

A la media hora bajo con la maleta, ya tengo el dinero y el bolso listo.

-Estas guapísima, Soph. Te haces grande.- Dice mi madre abrazándome.

Mi padre y ella se han separado, desde lo de mi hermana todo cambió mucho, ella está en España. No quiere saber nada de Canadá, ni mucho menos de Vancouver. Le comprendo. De vez en cuando vamos de viaje allí, necesitamos ver a esa loca a la que tanto quiero. El teléfono comienza a sonar. Mi madre se despega de mí y contesto.

-¿Si?- Digo esperando respuesta

-¡Soph! ¿Qué tal? ¿Te vas ya? Buen viaje, te quiero, que lo sepas, te echo de menos.- Una voz alterada y muy familiar me grita todo eso rápidamente. Molly.

-Te echo de menos, enana.- Le tartamudeo mientras sollozo.

-Y yo, fea, te veo en un mes y una semana que iré allí.- Eso me hace sacar una sonrísa.- Ahora te dejo que tienes que coger un avión. Papá te quiere, Soph, también te echa de menos y quiere que estés bien. Sonrío también al oír que mi padre se sigue preocupando por mi, pese a que ya casi ni nos hablemos. 

Corta la llamada antes de poder pronunciar ni una palabra. Salimos de casa y ya están esperándonos, Alejandra, Polina y Brandon. Entramos en el coche.

-¡Rumbo Irlanda!- Gritamos y mi madre comienza a reír. Nunca le había visto así desde la separación de papá y de mi hermana.

Llegamos al aeropuerto, controles, despedidas, llantos y una nueva aventura. Entramos al avión. Estamos prácticamente juntos. Pero a mi derecha está vacío. Transcurren tres minutos hasta que el sitio se ocupa. 

No me gusta mi acompañante, al que yo tampoco le gusto.

Capítulo 4: De Mal A Peor

Veo a mi hermana tirada en el suelo de la antigua casa de los Smith, está llorando y con el vestido rajado de arriba a bajo como si de un ataque de un León se tratase. Rompo a llorar pero me doy cuenta de que ella sigue allí y que el que la metió aquí podría volver en cualquier momento. Le cojo del brazo y ella se mueve rápido y sale de la casa. Nat está en estado de shock

-Vamos Nat, muévete.- Le digo llorando.

Ella reacciona al tiempo y sale de la casa. En el camino mi hermana me comienza a contar lo sucedido. Sus ojos negros carbón están fuera de sí.

-Estaba en el bar a las siete y media y quería llegar a casa temprano, había ido con Josh y él me dijo de ir a su casa, me echó algo en la bebida y no recuerdo nada más. Sólo se que me desperté tirada en el suelo completamente desnuda y al rato encontré mi vestido y mi ropa interior con una nota de él que ponía: Eh, nena, me he ido, igual no llegas a leer esto. Pero bueno que estas encerrada y que no intentes escapar. Has estado muy bien. - Termina de leer la nota con lágrimas en los ojos, y yo también.- Sólo se me ocurrió enviarte WhatsApps, Soph. Pero no contestabas.- Dice abrazándome.

No contesto y Nat tampoco. Veo como mi mejor amiga solloza por lo bajo, ella no es de llorar aunque yo sí. Abrazo a mi hermana con fuerza, sé que lo necesita. Llegamos a casa y veo a mi madre igual que como la dejamos hace una hora. Sonríe al ver a Molly pero su gesto cambia al ver como viene. 

-Mi pequeña... ¿qué te han echo?- Dice mi madre acercándose lentamente.

-Mamá, déjala, no ha tenido un buen día. Mañana te lo contará ella sólo necesita descansar.- Le digo mientras le doy un beso en la mejilla y subo a Molly a su habitación.

Por el ruido mi madre se ha ido a dormir, y de mi padre no sé nada. Arropo a mi hermana y me cuenta todo aún más detalladamente. Noto como cada punzada de dolor recorre cada parte de mi cuerpo al imaginarme a mi hermana en esas circunstancias. Se acerca a mí lentamente.

-Soph.- Me dice al oído como una niña que le pide algo a su hermana en total secreto.

-Dime Moll.- Le contesto de la misma manera para seguirle el juego.

-Prométeme que me vas a ayudar y que ahora me vas a dejar sola. Lo necesito.- Me dice abrazándome.

-No lo dudes, enana. Cualquier cosa me hablar por Whats y vengo.- Le digo a la vez que le doy un beso en la frente y salgo de la habitación.

Nada más salir de su tan rosa y estridente habitación y antes de entrar a la mía comienzo a oír sus llantos. Tan bajo como puede hacerlos. Entro en mi habitación antes de cualquier impulso me obligue a entrar allí o ir a buscar al cabrón que le hizo eso.

-¿Qué pasó?- Dice Polina nerviosa y con acento de su país. Polonia. Siempre me hizo gracia como habla, y también como habla Nicole y Poppy. Ellas son hermanas y vinieron de Australia hará dos años, son algo así como mis primas, pero es difícil de explicar. 

-La han violado.- Contesto con lágrimas en los ojos.- O por lo menos eso aparenta su cuerpo.- Digo sentándome en la cama.

-¡Dios! ¡Que hijo de puta!- Exclama Alejandra sin poder alterarse como de costumbre.

Natalie sigue en estado de shock esto le ha afectado demasiado, su cara está pálida y sigue muy quieta. Pol empieza a hablar en polaco diciendo todo tipos de tacos. Y yo simplemente me tumbo en la cama, abrazada a mis amigas e intentado dormir sin llorar.

Al día siguiente todo está muy tranquilo, me despierto y veo a mi hermana entre Nat y yo. Se agarra a mi como su última esperanza. Despierto a todas y cada una de mis amigas: Pol, Ale, Nat y RoRo. Mi hermana se despierta me da un beso y vuelve a su cuarto. Al rato oigo el timbre. Bajo a abrir ya que mi madre sigue durmiendo y las chicas están desayunando. Abro la puerta y me encuentro con Alice, Poppy, Nicole e Ián. 

-¿Está bien? Nos hemos enterado hoy, nos despertamos y sonó el teléfono enseguida mi madre vino y nos lo contó.- Dice Poppy hablando tan rápido como siempre. La razón de su nombre tan poco inglés, es que su madre y la mía son Alemanas y es un nombre típico de allí. Por eso decimos que somos como "primas". 

-Está en su habitación, hoy tengo que ir a la policía. Esto no ha sido normal.- Digo triste.

-Eh, fea, ¿estás bien? Tienes que estar bien porque si no saco las escopetas y los rifes y ¡ui ui!- Comienza Nicole a decir riendo. 

Me saca una sonrisa, como siempre. Les abrazo y les invito a pasar. Mi madre se ha levantado y ha subido al cuarto de mi hermana. Supongo que se lo contará. Exacto, al poco tiempo sale vestida de allí con mi hermana de la mano. Me da un beso en la frente.

-Nos vamos a comisaría,¿vale?-Me dice ella a la vez que abre la puerta y mi hermana sale por ella.- Pasaoslo bien.- Dice cerrando la puerta de casa.

Cuento la historia y pasa lo mismo que la noche pasada, todo tipo de insultos. Me intento abstraer y desayunar. 

-Bueno,¿volvemos a la playa y así desconectas?- Dice Ián un poco más alegre que yo.

-Sí.- Contestan todos a la vez.- Te vendrá bien.- Dice Alejandra.- Ven o te rapto.- Contesta Polina con su tan gracioso acento.

Acepto y nos preparamos. Tan rápido como acabo miro el móvil y preparo los bocadillos. Todo listo. Bajamos a bajo y está la furgoneta hipster con los chicos dentro. Alex y Brandon hablan en bajo cuando entramos.

-Hii!- Digo al entrar.

Todos contestan sin mencionar el tema. Una hora y media de camino hasta allí. Una hora y media de camino que se me hace eterna.

Llegamos a la playa y la tarde se me pasa volando. Me dedico a jugar a las palas con Poppy, Nat y Nicole. Y a bañarme en el mar con mis amigas.

Justo antes de salir de entrar en la furgoneta otra vez, Alex me coge del brazo.

-Me gusta otra, y es tu amiga.- Dice el tan serio que puedo notar mi pulso.

-¿¡Qué?!- Exclamo gritando.

-Ash.- Contesta al irse.

Esa no es mi amiga, pienso hacia mi. Solo nos llevamos puntualmente. Y como sorpresa final tengo que verla llegar y no soltar a Alex. Él es mio, mejor dicho, él era mio.

domingo, 14 de abril de 2013

Capítulo 3: El Susto

Comienzo a llorar al ver que Ale no respira. Rápidamente llegan médicos aunque no pueden hacer nada. Alejandra no respira. Recordando biología me doy cuenta de que ella tiene agua dentro por eso no puede respirar aunque tenga aun pulso, pero no por mucho tiempo. Alice corre hacia ella. Hace exactamente lo que estaba pensando y Ale empieza a echar agua por la boca. Yo sigo llorando y Alex me abraza con fuerza.

-Eh, cielo, tranquila.- Me dice para tranquilizarme.

Alejandra se levanta y con mala cara empieza a reirse. No entiendo su reacción así que también me comienzo a reír. Pronto se nos une todo el mundo. Vaya, yo me lo hubiese tomado peor. Pienso mientras sigo riendo. Me acerco a ella y la abrazo.

-Tía,¿estas bien?- Le digo medio llorando otra vez.

-No, pero al menos lo aparento, aparento ser fuerte. Así me han enseñado.- Me dice sollozando.- Tranquila,¿vale?. Sólo me desmayé mientras surfeaba.- Me dice al oído.

-No estoy tranquila al pensar que casi pierdes la vida hoy, no vuelvas al agua hasta que vayas al médico. Prometemelo.- Le digo mientras le doy un beso en la mejilla y me separo.

-Prometido, Soph.- Me dice sonriendo.

Volvemos a las toallas y todo vuelve a la normalidad. Menos Ale que se queda  sentada a mi lado con cara ausente. Liam se acerca. 

-Ale, ¿puedes venir? Es que quiero hablar contigo.- Dice serio.

Ella se levanta me sonríe y me da un beso en la mejilla, seguidamente se va. Me levanto me pongo mi neopreno negro y cojo mi tabla de surf

-Alice, ¿vienes?- Le digo sonriendo.

Ella niega con la cabeza y sigue tomando el sol. Me hago una coleta y me acerco a donde los chicos estan jugando al fútbol. Me acerco a Alex y éste pide un tiempo muerto.

-¿Vienes?- Le digo señalando al mar y sin poder evitar fijarme en sus ojos.

-Ajá.- Asiente con la cabeza.- Ahora voy.

Me meto en el agua y a lo lejos veo como Liam y Alejandra están abrazados como unos tortolitos. Sonrío. Nat está más lejos que yo, le grito y se acerca.

-Buenas Olas.- Dice riendo y se queda mirando a lo lejos.

Me doy la vuelta, son Nick y los demás. Chasqueo la lengua y me comienzo a reír. Le doy una palmada justo delante de su cara.

-Eh! eh! Vamos despierta, chica enamorada.- Le digo riendo sin parar.

Frunce el ceño y nos reímos. Cojemos un par de olas y salimos del agua. Me quito el neopreno y lo dejo debajo de la tabla. Me voy al mar en bikini y todos vienen al rato. Nat enseguida empieza a tontear con Nick. Y Alex se acerca a mi. 

-Un día raro.- Dice el abrazándome

-Coincido.- Digo riéndome  Pero antes de que me de cuenta el ya tiene sus manos en mi cintura y sus labios rozan los míos.

Me separo roja como un tomate y él sonríe. Nat está en el mismo plan con Nick y ya no digo nada de  Ale y Liam. Liam es de Inglaterra. Y Alejandra es Española. A decir verdad, creo que Alex y yo somos los únicos de aquí. De la Columbia Británica, en Vancouver. Los demás se mudaron hará diez años o así desde sus respectivos países para estudiar el Inglés o bien por problemas de trabajo. Yo sólo me mudé una vez, y fué a Irlanda. Estuve allí unos dos meses y volví. Sin embargo mi padre es Español y conozco muy bien España. La madre de Nat es Gallega y su padre Inglés. Así que conozco muy bien Europa, porque suelo viajar mucho con su familia. Aunque mi madre sea Alemana no conozco muy bien Alemania. 

Nat me da un golpe fuerte en el brazo. Caigo al agua como si no estuviese en mí y estuviese perdida. Me levanto y empiezo a reír  Me he dado cuenta que ya está atardeciendo. Así que recogemos y Alex me da la mano. 

-Voy a buscar a los enamorados de las rocas.- Le digo en tono jocoso.

Asiente y me suelta la mano. Corro hacia allí y toso pronunciadamente. Se dan cuenta y bajan. Alejandra está sonriente e imperativa y Liam pues es Liam y siempre está igual. 

-Hora de irse.- Les digo mientras ellos siguen cogidos de la mano. 

Caminamos hacia allí y está todo recogido. Cojo mi mochila y me meto en la furgoneta al lado de Nat. Ella me da la mano. Ponemos la radio. NOVEDAD HIT FM: LIVE WHILE WE'RE YOUNG. ONE DIRECTION. A continuación lo único que se pueden oir son gritos míos de Nat y de Ale. Y comenzamos a cantar riendo. Nos dejan a lado de mi casa. Alejandra, Natalie y yo nos dirigimos a mi casa. Me despido de Alex con un beso rápido y de Brandon que es mi mejor amigo con un abrazo. 

-Adiós chicos.- Digo mientras sonrío.

Entramos en casa. Mi madre y mi padre estan viendo la televisión y mi hermana de trece años no llega hasta las nueve. Saludamos a mis padres y subimos a mi cuarto.

Las tres nos contamos todo lo que pasó. Y después de ducharnos y maquillarnos decidimos salir al bar del barrio. Me aliso el pelo y me maquillo. Ellas hacen lo mismo. Alejandra va con una falda de tuvo rosa y una camisa negra y cuñas del mismo color. Natalie, todo lo contrario, va de pantalón corto  y negro con una camiseta de flores y unas cuñas rosas como el color dominante en la camiseta. Cojo el vestido negro de encaje y los zapatos rojos. Aviso a mis padres y caminamos hacia el bar. Le envío un mensaje a los chicos. Y a las demás. Picamos a RoRo, Alice y Polina. Bajan corriendo igual de guapas y entramos en el bar.

-Hi!- Me dice Brandon al oído.

Le abrazo y le doy un beso a Alex. Saludo a todos. Entramos en el bar y cogemos lo de siempre. Empezamos a bailar todos la de Part of me de katy perry . Son las dos y decidimos volver a casa. Llegamos a casa y me encuentro a mi madre llorando. Le digo a las demás que suban a mi habitación y me siento al lado de mi madre. 

-Mamá, ¿que ocurre?- Pregunto preocupada.

-Tu hermana... no llegó a casa.- Dice llorando

Al pensarlo mejor vi a una chica con el cabello liso y marrón con tacones y vestido, se parecía a mi hermana pero no le dí importancia.

-Mamá, no estoy segura, pero creo que estaba en el bar donde estábamos nosotros.- Le digo insegura.- Miro el móvil. Tengo cuatro WhatsApps. Los cuatros de ella.

Soph, Ayúdame, por favor. ¿Dónde estas? Estoy asustada. Estoy en la casa de los William en nuestra calle en el número 34. ¡Corre! Estoy asustada.

Lo termino de leer con lágrimas en los ojos y por la reacción de mi madre sé que ella también lo leyó. Corro arriba y les comentó a mis amigas lo sucedido. Me quito los tacones y el vestido. Me pongo pantalón y vans con una sudadera negra. Nat viene conmigo. 

-Mamá. Vamos a por ella.- Le digo.

-Si no vuelvo en tres horas o no te llamo, llama a la policía.- Le digo segura de mí misma.

Mi madre no levanta la cabeza si quiera. Simplemente sigue llorando. Nat y yo llegamos a la casa. Picamos al timbre y nadie abre la puerta. Cojo y abro con la llave que tienen debajo del felpudo. Veo a mi hermana. 

-Oh dios, Molly.- Digo llorando.